Las mujeres son más vulnerables que los hombres a perder su trabajo por culpa de la IA, según la ONU

 

La afirmación de que las mujeres son más vulnerables que los hombres a perder sus trabajos debido a la inteligencia artificial (IA)

La incidencia de la inteligencia artificial en la transformación del mercado laboral es un fenómeno que preocupa a nivel global, y recientes investigaciones señalan que las mujeres son significativamente más vulnerables que los hombres a perder sus empleos por esta causa. Organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dependiente de la ONU, han alertado sobre este riesgo, basándose en estudios que evidencian una brecha de género preocupante ante la creciente automatización a través de la IA.

Sectores laborales feminizados y la automatización

La mayor exposición femenina a la automatización tiene una explicación estructural: las mujeres suelen concentrarse en sectores laborales susceptibles a la automatización mediante IA, como la administración, el soporte, la atención al cliente y roles de oficina. Estos empleos, que representan una alta proporción dentro de la fuerza laboral femenina, corren un riesgo mayor de ser reemplazados por sistemas automatizados y chatbots, capaces de realizar tareas rutinarias con alta eficiencia.

  • En países de renta alta, aproximadamente el 41% de los empleos femeninos podrían ser afectados por la IA, frente al 28% de los empleos masculinos.
  • El riesgo de pérdida de empleo para mujeres es casi tres veces mayor que para hombres en estas mismas economías.
  • En Europa y Asia Central, cifras similares muestran que el 39% de empleos femeninos están en riesgo por IA, comparado con el 26% masculino.

Este panorama refleja la distribución desigual de las ocupaciones según género y el impacto directo que tienen las tecnologías emergentes en los roles tradicionales femeninos[1][3][7].

La brecha de habilidades y la formación tecnológica

Otro factor que agrava la vulnerabilidad femenina frente a la IA es la brecha en educación y capacitación tecnológica. La menor presencia de mujeres en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) limita sus oportunidades para transitar hacia empleos menos susceptibles a la automatización o para adaptarse a las nuevas demandas laborales.

  • La falta de acceso a programas de formación continua y reentrenamiento tecnológico puede dejar a muchas trabajadoras en desventaja frente a los avances en IA.
  • Es fundamental implementar sistemas educativos y de capacitación que promuevan la inclusión de las mujeres en áreas tecnológicas, para reducir la brecha.

El director general de la OIT, Gilbert Houngbo, enfatiza que el problema no es la IA en sí misma, sino la falta de preparación para desarrollar nuevas habilidades en el contexto de la automatización[2][4].

Desigualdades de género amplificadas por la adopción de la IA

La automatización y la IA no solo transforman el trabajo de forma neutral; pueden amplificar las desigualdades existentes en el lugar de trabajo. Las mujeres podrían tener un acceso más limitado a oportunidades de desarrollo profesional y reentrenamiento, aumentando así su riesgo de exclusión laboral.

  • El reemplazo de personas por robots o sistemas automatizados tiende a afectar más a las ocupaciones con predominio femenino.
  • Esto puede incrementar la brecha salarial y de oportunidades entre hombres y mujeres, afectando la equidad de género en el ámbito laboral.

Por ello, es indispensable que políticas públicas y empresariales consideren explícitamente la equidad de género al diseñar estrategias de integración de IA en las organizaciones[2][5].

Políticas de inclusión y el papel de la ONU

Ante estos desafíos, la ONU y sus agencias han alertado sobre la necesidad de implementar políticas inclusivas que promuevan la equidad de género en el desarrollo y despliegue de tecnologías de inteligencia artificial.

  • Promover una mayor inclusión femenina en carreras STEM y en la industria tecnológica.
  • Fomentar el acceso de mujeres a la formación técnica y programas de reentrenamiento laboral.
  • Desarrollar sistemas de protección social que respalden a quienes se vean desplazados laboralmente por la automatización.
  • Garantizar que la creación de nuevos roles y oportunidades generados por la IA sean accesibles para mujeres.

Estos esfuerzos buscan minimizar la brecha de género y asegurar que la transformación digital sea una oportunidad y no una causa de exclusión[3][6][5].

El impacto diverso de la inteligencia artificial: retos y oportunidades

Si bien la IA tiene el potencial de sustituir tareas y empleos, especialmente en los sectores administrativos y de servicios, también puede crear nuevos puestos de trabajo y mejorar la productividad si se gestionan adecuadamente los procesos de transición.

Sin embargo, el informe conjunto de la OIT y el Instituto Nacional de Investigación de Polonia subraya que la automatización total es poco probable, ya que muchas tareas requieren juicio humano, empatía y decisiones complejas no replicables por algoritmos. Por ello, la inteligencia artificial remodelará el trabajo más que destruirlo por completo.

Garantizar el acceso equitativo a estas nuevas oportunidades tecnológicas, junto con una formación adecuada, es clave para reducir la vulnerabilidad femenina frente a la automatización y hacer que la transformación digital sea inclusiva y justa.

Conclusión

Las investigaciones y reportes de la ONU dejan en claro que la vulnerabilidad de las mujeres frente a la automatización es un tema prioritario que exige atención global y local. La concentración femenina en sectores automatizables, la brecha en habilidades tecnológicas y las desigualdades estructurales amplifican sus riesgos laborales ante la irrupción de la inteligencia artificial.

Por ello, es imprescindible implementar políticas integrales que aborden estos desafíos mediante educación inclusiva, formación continua, acceso igualitario a oportunidades y protección social. Solo así se podrá asegurar que la revolución digital sea una oportunidad real para la equidad de género en el mundo laboral del futuro.